Llega el esposo de la Misa y se dirige a su esposa con una sonrisa, la abraza, la carga y baila con ella en el aire!
Ella, en extremo llena de felicidad, le pregunta:
¿ Y de qué trató el sermón de hoy? ¿Acaso que los esposos deberían ser más cariñosos con sus esposas?…
Y él le contestó:
-No, el padre nos dijo que debemos cargar nuestra cruz con júbilo y alegría!
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